¿Qué hacer para combatir el envejecimiento silencioso?
Estamos acostumbrados a escuchar que con el paso de los años es “normal” que disminuyan las capacidades físicas. Las consecuencias de esta disminución están sobre el rendimiento del sistema muscular en fuerza y elasticidad. Entre los 20 y 30 años el rendimiento físico está en todo su esplendor. Sin embargo, a partir de los 30 años cuesta correr, subir una escalera rápido, o realizar algún deporte que requiera alguna destreza física.
¿Qué está pasando en el cuerpo para que se sienta esta disminución en la respuesta física? Una palabra es la respuesta, Sarcopenia. El significado viene del griego sarcos (carne) penia (pérdida). Si bien desde la década de los 90 se estudian los cambios moleculares de los músculos con el envejecimiento. Desde el año 2000 se conoce una publicación científica muy destacada, que tuvo como objetivo, evaluar en una población de 468 personas desde los 18 a los 88 años la disminución de la masa muscular con la edad. Desde entonces, en el ámbito científico, se empieza a ver con más atención este fenómeno, del que todavía se habla poco en el consultorio, no se diagnostica y por lo tanto no se trata. La sarcopenia es la pérdida degenerativa de la estructura y la función de los músculos asociada con el proceso de envejecimiento. Relacionados con la edad, los cambios en la masa muscular, estructura, y la función pueden ser particularmente dramáticos. La pérdida gradual de tejido muscular (atrofia) reduce la masa corporal total (Fig. 1) en 1,9 kg por década en los hombres y 1,1 kg por década en las mujeres.
La causa más importante por la que se produce este fenómeno es que a partir de los 30 años, se van acumulando daños del metabolismo en las células musculares producidos por el envejecimiento celular no reparados, causados por el estrés oxidativo.
Estas alteraciones colectivamente afectan la energía vital, la postura, la marcha y la voluntad de realizar una actividad física. La sarcopenia nos afecta a todos desde muy jóvenes y tarde o temprano tendremos una repercusión física. Estos cambios involucran la anatómica, la morfológica y alteraciones enzimáticas en el músculo, que va disminuyendo gradualmente las unidades musculares en distintas zonas del cuerpo, principalmente en la parte inferior, de muslos y piernas. Esta alteración de la fuerza muscular de piernas y muslos induce al sedentarismo, a más inflamación y a un mayor estrés oxidativo. Hay tres recomendaciones fundamentales para disminuir la velocidad de la sarcopenia: una alimentación balanceada, realizar regularmente una actividad física de 30 minutos diarios y tomar Resveratrol de máxima pureza FRAMINTROL. El Resveratrol se ha demostrado que puede aumentar la capacidad de generación de energía en las células musculares, a la vez de ser el mejor antioxidante de inducción sobre el ADN activando a la SIRT1. Es ideal comenzar a suplementar la dieta con FRAMINTROL 1 comprimido al día desde los 30 años, porque es a partir de esta edad, en que empieza a disminuir la masa muscular. A partir de los 60 años, hay una mayor cantidad de daños acumulados por estrés oxidativo dentro de la célula, por lo que la recomendación para tratar el estrés oxidativo es de 2 comprimidos al día de FRAMINTROL.
Figura 1: Disminución de la masa muscular con la edad. La barra de la base indica los períodos en que (sugerencia del autor) hay que tomar 1 comprimido de FRAMINTROL por día (amarillo) o 2 comprimidos por día (rojo).
Prof. Dr. Raúl F. Pastor Jefe de la Unidad Polifenoles, Vino y Salud Hospital de Clínicas – Universidad de Buenos Aires Experto de la Organización Internacional de la Viña y el Vino – OIV – París, Francia.
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