Los humanos somos seres sociales y la comunicación es la base de la vinculación entre nuestros pares y el medio ambiente. La visión, el oído, el tacto, el gusto y el olfato son los sentidos de las sensaciones y a su vez las formas más evolucionadas de la biología de la comunicación. Sin embargo, esta no fue la primera forma de comunicarnos; la primera, fue la química. Las especies entre sus miembros, o con otras especies, microorganismos, plantas y animales utilizan desde el origen, compuestos químicos para atraerse, alertarse de peligros o matar si hay una amenaza mayor. El resveratrol es un mensajero de peligro. Las plantas lo sintetizan cuando hay una amenaza ambiental, ya sea falta de agua, falta de alimento, radiación ultravioleta en exceso, o una infección por un microorganismo. El sentido de este mensaje es avisarle al que lo recibe, que tiene que reparar sus propios daños o prepararse para defenderse. Afortunadamente conservamos en nuestras células una familia enzimática las Surtuinas, que pueden leer y traducir este mensaje del resveratrol para activar la reparación de los daños moleculares. Por ello, tomar 1 comprimido de Resveratrol FRAMINTROL por día, ayudará a reprogramar el ADN de los daños sufridos y prepararse con mayores defensas antioxidantes intracelulares.