Fabricar Anticuerpos no es soplar y hacer botellas. Las vacunas son solo la mitad de la solución. La otra mitad es la fábrica de anticuerpos.
Frecuentemente solemos asociar inmunidad con vacunas. Pero las vacunas son solo la foto del enemigo sobre la que tenemos que fabricar un arma a medida que son los anticuerpos. Por ello, en organismos grandes como el humano el papel de los anticuerpos es central.
Los anticuerpos son proteínas que se fabrican en unas células llamadas linfocitos B. Para construirlos, las células deben tener sanos los Programas de síntesis que están escritos en el ADN. Si los programas están sanos una vez que se activan, se necesitan los aminoácidos que surgen de las proteínas de los alimentos o de las proteínas que se reciclan en la célula. Una vez que la secuencia de aminoácidos está disponible se necesita energía en forma de ATP que surge de las mitocondrias para unir los aminoácidos. Al nivel molecular, si la secuencia se pudo unir hay una etapa de plegado de la proteína que le da la forma final para actuar como anticuerpo.
Este proceso de síntesis de anticuerpos forma parte del balance general de proteínas del organismo que es muy dinámico y que controla la síntesis y la destrucción de las proteínas.
El envejecimiento deteriora todas las etapas de síntesis de anticuerpos. Por ello las vacunas en las personas mayores de 60 años tienen mucho menos eficacia que en personas jóvenes. Mantener la salud es clave, y 1 comprimido diario de Resveratrol FRAMINTROL ayuda a recuperar la salud de la síntesis de anticuerpos.
Prof. Dr. Raúl F. Pastor