La piel es el órgano más grande del cuerpo siendo el 15 % de la masa corporal. En una persona de 75 kg. el peso de la piel sería de unos 11,25 kg. Es un órgano único, porque al vincularnos con el medio ambiente, es vulnerable a los efectos ambientales de la polución o radiación y a los daños internos del metabolismo, por ello la agresión oxidativa es doble.

El verano es la época del año en donde el aumento de la exposición al sol es la principal causa de foto-envejecimiento por radiación UV – una enfermedad llamada dermatoheliosis. Pero si por razones laborales la exposición al sol es permanente, el envejecimiento de la piel se acelera aún más. A modo de ejemplo, menciono el caso del conductor de camiones Bill McElligott, de 69 años (foto) tiene dermatoheliosis unilateral, (artículo publicado en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine). Esencialmente, los rayos ultravioleta A (UVA) transmitidos a través de la ventana de su camión de reparto dañaron severamente la piel del lado izquierdo de su cara durante los 28 años que pasó conduciendo en el trabajo. Como resultado, el lado izquierdo de la cara de McElligott parece unos 20 años más viejo que el derecho. La conducción de vehículos se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de piel debido a la exposición al sol a través de las ventanas, que no filtran los rayos UVA. Una investigación publicada en el Journal de la Academia Americana de Dermatología concluyó que hay más casos de cáncer en el brazo izquierdo y el lado izquierdo de la cara. La foto de McElligott pone de relieve los peligros del daño por UV y el bronceado en camas solares, especialmente para los menores.

Recomendaciones:

1) Usar protector solar constantemente, porque este aumenta las defensas antioxidantes desde afuera de la piel. Volver a aplicar la loción protectora cada cuatro o seis horas si vas al agua o haces ejercicio.

2) Tomar 2 comprimidos por día de FRAMINTROL, para aumentar las defensas antioxidantes desde adentro de la piel, porque junto al protector solar hacen una doble barrera de protección antioxidante.

3) Hidratarse bien, con por lo menos 2 litros de agua diarios.

4) Si tu piel se ve o se siente diferente, por ejemplo, áspera como un papel de lija, consultá, no esperes. Cuanto más expongas tu piel al sol sin la protección adecuada, mayores serán tus riesgos para el cáncer de piel.

5) Limitá tu tiempo al aire libre y durante las horas pico cuando el sol está alto. Cuando estés afuera llevá un sombrero o gorra. Las zonas de mayor riesgo para el cáncer de piel en los hombres están en tu cabeza y espalda.